¡El Borjamóvil ha muerto! ¡Larga vida al Borjamóvil!

Bueno, de nuevo he dejado pasar un porrón de tiempo desde mi último post en el blog (tres años, madre mía), pero es que tengo que compartir noticias muy importantes sobre un ilustre personaje que ha protagonizado muchísimos posts en este blog: el mítico Borjamóvil. Un Honda Civic 2002 que compré allá por 2008 (cuando yo todavía era un doctorando), y que me acompañó en numerosos road trips por todo EEUU (muchos de los cuales relaté en este blog). Prácticamente actor secundario en BorjaNet, vamos. Aquí lo tenéis, allá por febrero de 2008, recién llegado del concesionario:

Y la noticia, como ya intuis, es que el Borjamóvil, desafortunadamente, ha llegado al final de sus días 😦

Pero antes de relatar lo que ha pasado, recordemos los buenos tiempos que pasé con el Borjamóvil, empezando por los posts donde relaté la compra del Borjamóvil:

En su momento, fue toda una aventura comprar el Borjamóvil, y tocó lidiar con personajes bastante cuestionables (unos vendedores de coches usados que me recordaban mucho a Stan de Monkey Island). En esos posts lo cuento en abundante detalle.

El Borjamóvil acabó siendo un fiel compañero durante casi quince años, que se dice pronto. Aunque era un modesto coupé por fuera, por dentro era un verdadero tanque. Nunca tuvo problemas mecánicos ni me dejó tirado en la cuneta, incluso en los road trips más ambiciosos. Más de una vez me he referido a él como un «irreductible galo», porque durante años se ha resistido al invasor (vamos, a tirar la toalla).

Y hablando de road trips, recapitulemos los road trips que me he pegado con el Borjamóvil:

  • 2010: Chicago, IL → Boulder, CO → Tucson, AZ → Austin, TX → Huntsville, AL → Chicago, IL (~7,800 km)
  • 2012: Chicago, IL → Rapid City, SD → Deadwood, SD → Yellowstone National Park → Zion National Park → Kansas City, MO → Chicago, IL (~7,700 km)
  • 2017: Chicago, IL → Toronto, ON → Montreal, QC → Quebec City, QC → Acadia National Park, ME → Mount Washington, NH → Provincetown, MA → New York City, NY → Chicago, IL (~5,300 km)
  • 2021: Chicago, IL → Pittsburgh, PA → Washington, DC → Chicago, IL (~2,250 km)
  • Varios mini road trips: Mammoth Cave National Park, KY (2015), Rapid City, SD (2017), península superior de Michigan (2020), y el sur de Illinois (2020).

Para los dos primeros road trips, si vais al Archivo y buscais «road trip» podréis ver posts detallados que escribí cada día de esos road trips.

En fin… ¿y qué le ha pasado al Borjamóvil? Pues que ya tenia 20 años, y en el concesionario ya me advertían que dentro de poco iba a tener que gastar un pastizal en reemplazar partes del coche que empezaban a estar un poco cascadas. Y, aunque el Borjamóvil todavía podría haber servido con honor durante varios años más, también empezaba a echar en falta todas las virguerías que tienen los coches modernos: el Bluetooth, el Android Auto, la camarita trasera del coche, etc.

Así que hace un par de meses decidí que ya era hora de jubilar al Borjamóvil. El proceso esta vez fue muy distinto a cuando compré el Borjamóvil en 2008: me decanté por comprar el coche en CarMAX, una especie de concesionario 2.0 donde (1) casi todo el proceso de la compra lo haces a través de su web, y (2) no hay que regatear el precio del coche. A través de su web, solicité que me avisasen si recibían algún Honda Civic más nuevo y de marchas, y recibí varias notificaciones que no me llamaron mucho la atención, hasta que por fin apareció un Honda Civic 2017 con una pinta estupendísima.

Lo reservé, para que pudiese probarlo en el CarMAX local sin temor a que alguien lo comprase antes, pero resultó que estaba en Carolina del Norte, así que tuve que esperar a que lo trajesen desde ahí.

Ordinariamente, habría llevado el Borjamóvil a CarMAX, me lo habrían comprado (y descontado el precio en el coche nuevo), y colorín colorado. Pero no, esta historia tuvo un plot twist inesperado: hace dos semanas, ¡unos cacos le robaron el conversor catalítico al Borjamóvil! Vamos, en el peor momento posible, porque no merece la pena repararlo, y en el concesionario ya no me lo querrán comprar. Pero aparte, la rabia que me dio que, después de una carrera tan distinguida, el Borjamóvil tuviese que encontrarse con semejante final. Vamos, así estaba yo, con la lagrimita en el ojo, en frente del Borjamóvil explicándole a un poli lo que había pasado:

Al final acabé donando el Borjamóvil a CARS, una organización sin animo de lucro que se encargar de vender tu coche (en cualquier estado, aunque no funcionen) y dona el dinero a la organización que tu designes (yo escogí el Center on Halsted, una organización LGBTQ+ de Chicago). Una diferencia importante con llevar el coche al concesionario es que se encargan ellos mismos de recogerlo; aquí está el Borjamóvil la última vez que lo vi:

En fin, ayer me avisaron los de CarMAX que el coche que reservé por fin estaba listo, y que podía ir a probarlo y, si me gustaba, comprarlo in situ. Y, efectivamente, veni vidi compri. Sin más dilación, os presento al Borjamóvil II:

De momento, tiene pinta de ser un digno sucesor del Borjamóvil original. Conduce de maravilla, y tiene más espacio que el Borjamóvil original, sin ser gigantesco. Y, por supuesto, estoy encantado con todas la chorraditas modernas que incluye.

En fin, como viene siendo costumbre en BorjaNet, me imagino que el siguiente post sera dentro de un par de años, así que os recuerdo que, si queréis seguir mis peripecias (incluidos futuros road trips), seguidme en Twitter (@borjasotomayor), donde escribo con bastante frecuencia.

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